Navarra y su relación con Carlomagno, una historia para contar

Navarra y Carlomagno

[dropcap]D[/dropcap]esde Luzaide/Valcarlos hasta Pamplona, dejamos que el eco milenario de la histórica batalla de Roncesvalles impregne nuestra escapada por los bosques pirenaicos, los pueblos-calle jacobeos, puentes legendarios, noches frescas y prados serenos. Una ruta que sigue los pasos de los peregrinos hacia Santiago de Compostela atravesando el Pirineo central de Navarra por Orreaga/Roncesvalles.

Luzaide-Valcarlos, el valle de Carlomagno

Bandidos y pastores, guerreros y peregrinos, fronteras y lazos forjaron la identidad de este precioso municipio. Su nombre hace referencia al rey franco, Carlomagno. En el año 778 se encontraba en estas tierras jugando al ajedrez cuando Roldán, su mejor soldado, hizo sonar su olifante avisándole de un peligro inminente. El destino quiso que Roldán y sus hombres encontraran la muerte en el término de Roncesvalles y así se cuenta en la Chanson de Roland. Recorrer la localidad en busca de las referencias del Camino de Santiago es muy recomendable.

El Puerto de Ibañeta: un espléndido mirador del Pirineo navarro

Nos dirigimos a este misterioso alto en el que según la leyenda, Carlomagno hincó su rodilla dirigiendo su mirada hacia Santiago de Compostela y rezó con devovión. Hubo en el lugar una pequeña iglesia custodiada por un monje que hacía tañer la campana en los días de niebla y nieve para que los peregrinos no se perdieran. En la actualidad existe una moderna construcción que pretende homenajear la primitiva. Más allá, en la cumbre, se alza la roca de Roldán. Aquélla en la que el adalid intentó romper su espada Durandarte sin conseguirlo.

La bendición de los peregrinos

Al caer la tarde, la iglesia colegial de Santa María de Orreaga/Roncesvalles es escenario de un momento muy especial: en la última misa del día se bendice a los peregrinos presentes que comenzarán su andadura al día siguiente. Además de disfrutar de la insigne construcción gótica y de la hermosura de la Virgen del Pirineo vivimos el ambiente, el silencio y el recogimiento del momento mezclado con las expectativas de la experiencia que comenzará al día siguiente.

Por los rincones de Orreaga/Roncesvalles

Este pequeño y enigmático enclave de Navarra acoge un gran conjunto arquitectónico. La iglesia gótica fue construida por orden del rey Sancho VII el Fuerte, vencedor de la Batalla de las Navas de Tolosa. Sus restos descansan en la sala capitular de la abadía. Su escultura yacente de 2,20 metros es un retrato fiel del monarca. Del resto de construcciones llama la atención el Silo de Carlomagno, el edificio más antiguo del lugar.

Su peculiar forma cuadrada, única en España, y el carnario o fosa común donde se enterraba a los peregrinos que perecían atravesando el Pirineo contribuyen a incrementar el misterio del lugar.

Otro de los rincones para no perderse es el museo de arte sacro donde piezas de excepcional valor como el ajedrez de Carlomagno refuerzan la unión de este monarca con la historia de Orreaga/Roncesvalles. Además de este menú cultural podremos disfrutar del paisaje pirenaico a través de alguno de los senderos balizados del lugar: Basajaunberro (3,9 km.), Canónigos (1,6 km.) y Zaldua (1,7 km.)

La Cruz de Roldán y el bosque Sorginaritzaga

En el límite entre Orreaga/Roncesvalles y Auritz-Burguete, en la entrada del bosque Sorginaritzaga o robledal de las brujas se alza un crucero conocido desde el siglo XVII como Cruz de Roldán. Con el fin de cristianizar aquel bosque de Navarra en que se celebraban ritos mágicos, la Iglesia mandó construir una cruz de piedra blanca. Hoy en día, puede verse el crucero en el lugar que ocupó originalmente, si bien ha sido reconstruido porque los franceses lo destruyeron en el siglo XVIII.

Auritz-Burguete y Aurizberri-Espinal, el paisaje «más malditamente salvaje» de los Pirineos

Ernest Hemingway describió así este entorno al que tantas veces acudió a pescar. Aurizberri-Espinal y Auritz-Burguete son dos típicos pueblos-calle que destacan por la belleza de sus recios caserones de estilo pirenaico. Además, en Auritz-Burguete se puede disfrutar de un refrescante baño en su piscina fluvial. En Los prados serenos de Sorogain contemplaremos un espléndido paraje donde parece que el tiempo se ha detenido. Extensos prados del valle de Erro rodeados de hayas, robles y montañas como el solemne Adi, nos esperan.

Alto de Erro y los pasos de Roldán en Lintzoain

Desde aquí tenemos a nuestra disposición un inigualable paisaje y una impresionante panorámica de Navarra. Al ascender hacia el alto de Erro, pueden contemplarse «Los Pasos de Roldán», una gran piedra que según la leyenda marca el tamaño del paso del épico personaje.

Zubiri, el puente de la rabia

Zubiri cruza el umbral mágico vinculado al Camino de Santiago y a una leyenda que le atribuye poder de cura de la rabia. En la época de epidemia de esta enfermedad era costumbre invocar a Santa Quiteria cuyos restos estarían enterrados en el pilar central de este puente. Si los animales o personas afectadas de tal mal lo rodeaban quedaban liberados de la enfermedad.

Eugi, un embalse en los Pirineos

La estampa de este pueblo (Eugi) reflejándose en las aguas azules de su embalse resulta espectacular. El embalse no tiene uso recreativo pues abaste de agua a Pamplona. No obstante, la belleza de su entorno y la proximidad al bosque de Quinto Real hacen recomendable la visita. Una buena opción para descubrir el encanto de este enclave es a través de un sencillo y bonito paseo que rodea el embalse entre robles y hayas.

La Trinidad de Arre

Visitamos aquí una ermita reproducida por pintores y fotógrafos que conserva restos románicos y que fue hospital de peregrinos. Su imagen junto al pequeño salto de agua del río Ultzama la convierten en uno de los lugares más agradables de la Cuenca de Pamplona.

Batán de Villava

Muy cerca de la ermita de la Trinidad de Arre, se encuentra este emblemático edificio que fue molino harinero, primero, batán después y hoy, museo y centro de sensibilización del Parque Fluvial del Arga. Una visita guiada nos ayudará a comprender por un lado, el pasado del edificio como fábrica de paños e industria de papel y por otro, el presente del mismo como centro de sensibilización del Parque Fluvial del Arga.

Más información
Departamento de Cultura y Turismo – Institución Príncipe de Viana – Gobierno de Navarra
C/ Navarrería 39, 2ª planta – 31001 Pamplona – Navarra
Web: www.turismo.navarra.es/esp/home/

Nuestro agradecimiento al Patronato de Turismo de Navarra