Finca Valpiedra, un Rioja de características únicas

A lo largo de su curso fluvial, el Ebro va dibujando meandros serpenteantes que cortan caminos y dan lugar a hermosos paisajes. Uno en concreto abraza tres terrazas sobre las que encontramos las cepas de Finca Valpiedra, una de las contadas bodegas riojanas que elabora con un viñedo propio y la única de esta D.O que forma parte de la asociación Grandes Pagos de España.

Uno de estos meandros es el principal responsable de un tipo de suelo muy particular, aluvial, de cantos rodados, que otorga unas características únicas a los vinos de la finca. La luz del sol se reflecta en la piedra y mantiene la temperatura a lo largo del día, además de proporcionar un drenaje que sienta fenomenal a las cepas. Por otro lado, la masa de agua del río condiciona el clima de la finca, creando una humedad constante y minimizando el riesgo de heladas.

Más de 120 años de historia vitivinícola avalan la tradición de Familia Martínez Bujanda en la elaboración de sus vinos. Familia Martínez Bujanda está formada por 5 bodegas: Finca Valpiedra, Finca Antigua, Finca Montepedroso, Viña Bujanda y Cosecheros y Criadores. Estas bodegas son muy diferentes entre sí, pero tienen un denominador común: elaborar vinos de calidad a partir de viñedos propios, localizados en enclaves privilegiados.

El viñedo de Valpiedra está formado por casi 80 hectáreas de Tempranillo vieja, compuestas por las mismas cepas que estaban mezcladas con Viuras en el terreno primigenio y en los que se buscaba como ahora la calidad y no tanto la cantidad. Junto a ellas, cinco hectáreas de Graciano y cuatro de Maturana Tinta, una variedad autóctona que se recuperó y sustituyó a la Cabernet Sauvignon debido al aporte de color, buena acidez y buena capacidad de envejecimiento que proporciona a los vinos.

Sin embargo, es el canto rodado el mejor hilo conductor de esta bodega. Todo gira en torno a estas piedras de formas redondeadas que, además, son las mismas que alumbran los míticos Châteauneuf-du-Pape del Ródano. Los vinos de Finca Valpiedra son más minerales, más balsámicos y también más estructurados, aunque siempre elegantes. Además, los rendimientos por hectárea son muy bajos, condición que hace que los vinos tengan una buena acidez y una gran ventaja para el aficionado: no cansan.

Desde 1994 aquí elaboraban un único vino, su reserva Finca Valpiedra; y a partir del 2005 incorporaron el Cantos de Valpiedra, más fácil y afrutado, elaborado con las cepas más jóvenes de las Tempranillo de la finca, y que ahora se puede disfrutar a través de su añada 2011.