La guía, presentada y lanzada al mercado, ha sido elaborada por el equipo de inspectores responsable de la Guía Michelín y se suma a las más de 500 publicaciones de Michelín relacionadas con el turismo, ha sido dividida en comunidades autónomas para el caso de España y en seis capítulos para Portugal, cada una de ellas precedida de un mapa con la localización de las localidades en las que estás ubicados los restaurantes seleccionados.
Los establecimientos llevan pictogramas informativos y se clasifican con uno o dos cubiertos, que distinguen un restaurante sencillo de otro más confortable.
En el caso de que el restaurante sea especialmente agradable, este símbolo irá en color rojo, y en muchos de ellos aparecerá, además el ‘Big Gourmand’, que señala los establecimientos favoritos de los inspectores por su relación calidad-precio.
Otro de los pictogramas utilizados por en la guía es el racimo de uvas, que indica que el restaurante posee una carta de vinos especialmente atractiva.
En cada establecimiento se señala el estilo de cocina, el tipo de ambiente o decoración, y las coordenadas de su ubicación en el mapa regional.
En el texto descriptivo, además de profundizar en las virtudes culinarias de cada chef, se suele hablar de la historia de la localidad, así como de alguna que otra anécdota del restaurante, y en un pequeño recuadro, se destacan las especialidades gastronómicas más relevantes.
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