La bella región de Tozeur es la opción ideal para escaparse un fin de semana o puente, donde descubrir las dunas doradas del desierto, oasis llenos de palmeras y el calor de sus gentes.
La región de Tozeur es un oasis situado a las puertas del desierto tunecino que hace de él un lugar mágico y lleno de contrastes.
La vista de la inmensidad del desierto de dunas se revela impresionante desde un globo mientras se sobrevuelan las doradas arenas del desierto del Sahara, o paseando por sus dunas a lomos de un camello.
Las opciones son infinitas: conocer a las tribus bereberes y probar su comida tradicional; dejarse sorprender por un cielo cuajado de estrellas pasando la noche en una jaima en pleno desierto; o visitar en Onk Ejjmel, los decorados de la mítica película de La Guerra de las Galaxias.
No hay que perderse el recorrido del antiguo tren El lagarto rojo, propiedad de la nobleza tunecina del siglo XVIII, que realiza un recorrido por los abruptos desfiladeros del río Selja.
Otra de las joyas del Gran Sur tunecino, es Chott El Jerid, un lago salado que se extiende majestuoso más allá del horizonte, en el que ver fantásticos espejismos y espléndidas puestas de sol, cuyos paisajes fueron escenario de la bella historia de amor de El Paciente Inglés.
Aquellos que disfruten de las compras, el palmeral y el zoco de la medina de Tozeur, son de paso obligado. Allí podrán degustar exquisitos dátiles conocidos como dedos de luz y hacerse con codiciados objetos de artesanía local, como las famosas piezas de orfebrería, cerámicas, joyas y trajes típicos.
Además, los amantes del golf tienen en Tozeur el enclave más original para disfrutar de su deporte favorito, uno de los greens más exóticos de la zona del Mediterráneo, rodeado de una amplia oferta hotelera de categoría.
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