Buenos Aires y Montevideo, unidos por el tango

Las ciudades de Buenos Aires y Montevideo -Argentina, Uruguay- realizarán una presentación conjunta ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para que el tango sea declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

En 2003, la convención de la Unesco definió el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas de las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos, que se reconozcan parte integrante de su patrimonio cultural. En tanto, en el programa de proclamación establecido en 2007 se distinguieron dos clases de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial: las expresiones culturales populares y tradicionales y los espacios culturales.

En esa dirección, Buenos Aires y Montevideo aspiran a incluir al tango como innegable expresión popular en la que habitan las raíces y la historia de una comunidad. Los orígenes del tango datan de principios del siglo 20, como resultado de la inmigración que llegaba de distintos países de Europa al Río de la Plata.

La música, el baile con los personajes de las milongas y ese influjo que ha encendido el culto por esta danza en varios países del mundo. La poesía, con numerosos ejemplos de vigencia perdurable a través del tiempo y obras que continúan produciéndose aunque todavía no hayan alcanzado la difusión de sus antecesoras.

Nuevos grupos orquestales de mayor o menor valía pero que implican una indudable continuidad creativa para el género. El bandoneón, un verdadero icono del tango que una vez incorporado a las primeras formaciones fue constituyéndose en factor básico de su identidad musical tanguera.

El lunfardo, nacido, según coinciden los estudiosos, como jerga carcelera, fusión a veces de dialectos de inmigrantes y extendida después al habla ciudadana en general, son todos elementos de fuerte incidencia cultural en el Río de la Plata y justifican esta presentación conjunta de Buenos Aires y Montevideo ante la Unesco.

Por su parte, el Ministerio de Cultura porteño creará la Comisión de Preservación del Patrimonio Musical, un espacio para cultivar el desarrollo del tango en su esencia más pura dentro de la danza, la poesía, el canto y la música, con la inclusión especial del bandoneón y su cuidado a través de la enseñanza de la restauración de ese instrumento.

El proyecto contempla también una biblioteca especializada, apoyo a la formación de orquestas e intercambios culturales con escuelas de música del exterior, un estudio de grabación y una editorial de obras del género, entre otras actividades como acercar la cultura del tango a escuelas de zonas desfavorecidas.

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