El mercado, que cumple este año su octava edición, tendrá unos 180 stands y 30 de ellos dedicados a la gastronomía típica de diferentes regiones.
La ciudad monumental contará con una decoración nueva de pendones y banderolas, una villa de artesanos con talleres de pizarra, alfarería, espartería, zapatería y escultura. También habrá vidrieros, orfebres, panaderos o telares.
Contará con exposiciones de utensilios para el arado, cámaras antiguas, máquinas de tortura y armas así como instrumentos musicales de la historia y el Museo de Manuscritos.
Para que los más jóvenes puedan conocer la época medieval y ver como trabajaban la tierra y los animales se recreará una granja tal cual esa época que estará acompañada de una exposición de aves.
Para los niños también habrá actividades como cuentacuentos, ludoteca, juegos antiguos, tiro al arco y un concurso de disfraces medievales.
En el mercado la zona cristiana estará en la Plaza de Santa María y San Jorge, la zona árabe discurrirá por la parte alta de la Ciudad Monumental y en los alrededores de la Judería Vieja encontrarán la zona judía.
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