Perú destino destacado para el deporte del surf

Perú sigue consolidándose como destino ideal entre los aficionados al surf y, temporada tras temporada, el número de amantes de este deporte que arriban a las costas peruanas sigue in crescendo. No en vano, según el estudio del ‘perfil de turista extranjero 2006′ elaborado por PromPerú, alrededor de 48.000 turistas practicaron surf durante su visita al país.

Un dato significativo que no hace sino subrayar el poderoso atractivo de un país que ha sido elegido para acoger los mundiales femeninos de surf, junto a España, Brasil, Hawai y Australia. Durante los próximos tres años, Perú será testigo de este espectáculo de alcance global, que hace sólo unos días, entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre, traía al norte de Perú lo más granado del surfing femenino mundial y reafirmaba la calidad, cantidad y variedad de estas olas.

Gran paraíso del surf
Perú es un país privilegiado para la práctica del surf. Por varios motivos. Porque en Perú, como en ningún otro lugar del mundo, se pueden encontrar olas durante los 365 días del año. Y porque tiene olas para todos los niveles de deportistas, ya que a lo largo de sus más de 3.000 kilómetros de costa recibe corrientes del norte, sur y noroeste, que permiten crear olas de todo tipo.

Unas de las olas más buscadas se pueden encontrar en la playa de Chicama (en el distrito de La Libertad, al norte del país), considerada «la izquierda más larga del mundo». También en la costa norte se localizan algunas de las playas más famosas de Perú, en el distrito de Piura. Como Máncora, escenario del recentísimo campeonato mundial femenino de surf; o Cabo Blanco, apta para un nivel avanzado de tablista y famosa porque en esta caleta de pescadores se forma una de las olas tubulares más perfectas del litoral inca.

Por otra parte, al balneario de Pacasmayo, en La Libertad, llegan tablistas de todo el mundo para hacer surf en el Faro, rompiente con olas largas tubulares, constantes, de varias secciones.

Y también en La Libertad se encuentra otro balneario mítico, el de Huanchaco (cercano a la ciudad de Trujillo, capital del departamento), un pueblo de tradición milenaria en donde pasado y presente se siguen dando la mano en una escena insólita: caballitos de totora (embarcaciones tradicionales de pesca, de 2.000 años de antigüedad, consideradas como los antepasados del surf) y tablas modernas deslizándose en la misma ola.

En la zona central de Perú, las costas de Lima y Áncash, son conocidas por su gran variedad de olas en lugares como Centinela, Cerro Azul o Punta Hermosa, considerada esta última, como la meca del surf de Perú. Punta Hermosa es el lugar más frecuentado en las cercanías de Lima, debido a su consistencia, el tamaño de las olas y la cantidad de zonas que concentra adecuadas para todos los niveles de tablistas.

Esta playa cuenta con 20 rompientes idóneos para la práctica del surf, concentrados en un radio de 10 kilómetros; entre ellos destaca Pico Alto, por tener la ola más grande del Perú y una de las más grandes de Sudamérica (alcanza los siete metros).

Una playa donde se hizo historia es Punta Rocas, considerada como una de las mejores de Perú, gracias al tamaño y la calidad de las olas que se pueden disfrutar. El balneario acogió en 1965 el primer mundial de surf realizado en Perú (que fue ganado por un peruano Felipe Pomar).

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