Quienes ya han probado la experiencia aseguran que puede ser practicado por cualquier persona, aunque no sepa surfear. Incluso el surfista brasileño Eraldo Gueiros, famoso por coger olas gigantes, se ha hecho fanático de la tranquilidad del stand up paddle en Río de Janeiro.
En poco más de 20 minutos, el grupo de amigos liderado por este surfista recorrió el camino entre el continente y las islas, desde las que se ve toda la Barra hasta São Conrado.
El origen de esta variación del surf se remonta a los antiguos polinesios, que salían al mar para pescar y que, a su vuelta, llegaban al litoral surfeando en canoas. Durante mucho tiempo, este deporte se mantuvo en el olvido, pero se puso de moda cuando los americanos Laird Hamilton y Dave Kalama lo rescataron.
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