París, mil caras de la grandiosa e insólita capital de Francia

París es una ciudad de ensueño… y solamente tiene unos días para visitar una de las capitales más fascinantes del mundo. Para aprovechar al máximo una visita corta, le proponemos conocer lo mejor de París con sugerencias de itinerarios para 1, 2 o 3 días de puro placer.

Solo o en grupo, disfrutará a ritmo palpitante de una ciudad sorprendentemente hermosa, grandiosa e insólita: museos y monumentos famosos, cruceros por el Sena, compras y la magia de «Paris by night»… en pocas horas.

Teniendo en cuenta la riqueza artística, histórica y cultural de París, lo mejor es elaborar su propio programa si sólo dispone de 1, 2 o 3 días para visitar la ciudad, a continuación le presentamos 6 propuestas de días parisinos para combinarlas según sus gustos y preferencias, como prefiera.

Lo esencial de París

Empiece con un café en los Campos Elíseos, luego baje tranquilamente a pie hasta la Torre Eiffel por la avenida Marceau y contemple la famosa llama del Puente del Alma. Desde lo alto de la Torre disfrutará de un panorama inabarcable de todo París. A continuación, déjese deslizar por el Sena hasta Notre-Dame en uno de los barcos amarrados allí mismo.

El símbolo de París: La Torre Eiffel
El símbolo de París: La Torre Eiffel

Después de visitar la catedral se impone una pausa para comer. El Louvre está bastante cerca, a poco menos de media hora.

El Louvre, visita obligada
El Louvre, visita obligada

Lo recomendable es un recorrido centrado en las principales obras maestras. Una vez haya salido, el sol va poniéndose en la pasarela des Arts, el Pont Neuf y el Institut de France… Cruce el Sena hasta la parada de metro Odéon, desde donde llegará directamente a las estribaciones de la loma de Montmartre para disfrutar de una vista excepcional de la ciudad y sus monumentos iluminados al caer la noche.

Historia de París

Para seguir el curso de la historia por las calles de París en un solo día, empiece por la huella de la Roma clásica con una visita al circo romano de Lutecia. Si el tiempo se lo permite, no dude en adentrarse en la Edad Media, en el museo de Cluny. Acérquese también a la calle Mouffetard, la calle de la Montagne Sainte-Geneviève y la calle Ecoles que se extiende a lo largo de la Sorbona, la universidad más antigua de Europa.

Un lugar estupendo para comer es el Barrio Latino, después atraviese el Sena hasta la Santa Capilla, joya de la época gótica. Después de pasar por la punta de la Ile de la Cité y los muelles, llegará al Louvre, antigua residencia real cuya arquitectura perfectamente equilibrada le sumerge en la época clásica. Allí mismo, la avenida de la Ópera abre una de las perspectivas típicamente haussmanianas.

A través de la línea de metro Météor (14) llegará en un abrir y cerrar de ojos al barrio nuevo de la Biblioteca de Francia. Se trata del corazón del París contemporáneo, audaz, desmesurado y elegante, en donde podrá cenar a orillas del Sena.

París romántico

Este día empieza en la plaza Abbesses, en Montmartre: ideal para un desayuno muy parisino antes de admirar las vistas desde el Sacré-Coeur. Baje por la calle Martyrs, llena de tiendas preciosas, hasta el barrio de Saint-Georges, donde se encuentra el Museo de la Vida Romántica… A continuación, acérquese en metro o autobús al Jardín de Luxemburgo, un lugar idóneo para declararse sin tapujos bajo los árboles de la espléndida fuente Médicis.

Visite el Marais, uno de los barrios más antiguos de la ciudad: hoteles particulares, el museo Picasso, las tiendas de creadores, rincones secretos (como el Carreau du Temple) y la tranquilidad de la Place des Vosges le esperan. Si la magia del barrio surte efecto, quédese a cenar allí mismo, pero si lo prefiere, ríndase al gran clásico del París romántico: una cena a la luz de las velas a la orilla del Sena.

De compras al ritmo de la ciudad del París más especial

Despabílese en un cálido restaurante de Montmartre mientras contempla cómo amanece sobre los tejados de París: se trata de una imagen única. Si quiere llevarse algún objeto de recuerdo, allí encontrará todo tipo de souvenirs. Baje desde las alturas hasta la Madeleine y sus tiendas chics, y confúndase en la típica agitación de los grandes bulevares y la magia de las grandes tiendas parisinas.

Todas las grandes tiendas disponen de un espacio de restauración, normalmente con hermosas vistas de París. Al acabar el día, admire los escaparates de la avenida de los Campos Elíseos, la avenida Montaigne o el Faubourg Saint-Honoré. En unos minutos, acérquese al Marais a través de la línea 1 del metro para conocer artistas y cenar en este barrio encantador.

Descubriendo otro París

Salga desde La Villette rumbo a la Ciudad de las Ciencias para explorar sus exposiciones y espacios interactivos. Después de haber satisfecho la curiosidad de sus neuronas, nada mejor que un paseo a lo largo del Canal Saint-Martin para apreciar un antiguo barrio popular que está muy de moda. Las orillas están repletas de simpáticos restaurantes donde podrá comer.

París es una ciudad única
París es una ciudad única

Desde la plaza de la République, situada un poco más abajo, llegará a Beaubourg, a unas pocas estaciones de metro, donde quedará por visitar la última exposición ineludible. A continuación, deguste el encanto único de las orillas del Sena paseando hasta el Instituto del Mundo Árabe y, un poco más lejos, acabe el día cenando junto al agua, en el nuevo barrio ultramoderno de la Gran Biblioteca.

París bohemio, un París único

Es posible que del París bohemio ya no quede más que el imborrable recuerdo de los artistas que lo consagraron. No obstante, podrá encontrar esa huella en muchos establecimientos. Empiece por dejarse caer por un café de Montparnasse y luego haga una visita al pequeño museo Bourdelle, en el que se evoca el ambiente del París de los artistas. Las brasseries y los cafés míticos del bulevar Montparnasse le escoltarán hasta los jardines del Observatorio.

El Sena, corazón de París
El Sena, corazón de París

Bajando por Luxemburgo y la plaza Saint-Sulpice llegará a Saint-Germain-des-Prés, selecto lugar en el que rivalizan artistas e intelectuales. En uno de estos cafés tal vez tenga la suerte de cruzarse con su escritor de culto… El París bohemio se extiende hasta Montmartre, cuya estación de metro es Odéon. Recuerdos de los talleres de Picasso y Utrillo, el surgimiento del cubismo, los cabarés, las viñas, las canciones en las calles y los pintores de la plaza del Tertre… Un ambiente protegido mientras anochece en París.

Nuestro agradecimiento a la Oficina de Turismo de Francia en España