El Museo del Louvre de París, el museo más visitado del mundo

El Museo del Louvre se encuentra en el corazón histórico de París, en la orilla derecha del río Sena, dentro del distrito I de la ciudad. Ocupa un extenso complejo arquitectónico situado entre la plaza del Carrusel, el Jardín de las Tullerías y la ribera fluvial, a escasos minutos a pie de otros espacios clave como el Palais Royal o la Île de la Cité. Su localización responde a su origen como fortaleza defensiva y, posteriormente, como residencia real, antes de convertirse en museo nacional.

Con una superficie expositiva superior a los 72.000 metros cuadrados y más de 35.000 obras en exhibición permanente, el Louvre no es solo un museo, sino una estructura urbana integrada en la vida diaria de París. Su acceso principal se realiza hoy a través de la Pirámide de cristal situada en el Cour Napoléon, punto de distribución hacia las diferentes alas del edificio: Denon, Sully y Richelieu.

Exterior del Museo del Louvre en París, Francia, con su icónica pirámide de cristal
Exterior del Museo del Louvre en París, Francia, con su icónica pirámide de cristal

El origen del Louvre se remonta al año 1190, cuando el rey Felipe II Augusto ordenó la construcción de una fortaleza defensiva para proteger París por el oeste ante posibles invasiones normandas. De esta estructura medieval se conservan restos visibles en el subsuelo del ala Sully. Durante el siglo XIV, Carlos V transformó la fortaleza en residencia real, iniciando su conversión en palacio. A partir del siglo XVI, Francisco I impulsó una profunda remodelación de estilo renacentista, encargando las obras al arquitecto Pierre Lescot y estableciendo el Louvre como residencia principal de la monarquía francesa.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, monarcas como Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV ampliaron el conjunto, conectándolo con el Palacio de las Tullerías mediante la Gran Galería, una estructura de más de 450 metros paralela al Sena. Con el traslado de la corte a Versalles en 1682, el Louvre dejó de ser residencia real y pasó a albergar academias artísticas, talleres y colecciones reales. Tras la Revolución Francesa, la Convención Nacional decretó en 1793 la apertura del museo al público como institución estatal, con una primera colección de 537 obras.

Detalles ornamentales del techo y la arquitectura interior del Museo del Louvre
Detalles ornamentales del techo y la arquitectura interior del Museo del Louvre

Numerosas figuras históricas están vinculadas al Louvre. Francisco I introdujo en Francia obras italianas adquiridas durante sus campañas, entre ellas pinturas atribuidas a Leonardo da Vinci. Napoleón Bonaparte amplió notablemente las colecciones mediante adquisiciones y expolios durante sus campañas militares, rebautizando el museo como Musée Napoléon entre 1803 y 1815. En el siglo XX, presidentes como François Mitterrand impulsaron la gran reforma conocida como Grand Louvre, que incluyó la construcción de la Pirámide diseñada por Ieoh Ming Pei, inaugurada en 1989.

El complejo del Louvre se articula en tres alas principales que corresponden a distintas fases históricas de construcción. El ala Sully ocupa el núcleo original del palacio y rodea el Cour Carrée, un patio cuadrangular iniciado en el siglo XVI bajo Francisco I. Aquí se localizan los restos de la fortaleza medieval, visibles en un recorrido subterráneo que permite observar los cimientos originales del siglo XII. En esta ala se exponen también piezas clave del Antiguo Egipto, como el Escriba Sentado, datado en la V Dinastía (c. 2500 a.C.), y esculturas del período faraónico obtenidas en expediciones arqueológicas francesas del siglo XIX.

Destaca sobre todas las esculturas la Gran Esfinge de Tanis, tallada en un solo bloque de granito rosado, mide más de cinco metros de longitud y fue descubierta en 1825 en Tanis, antigua capital del delta oriental del Nilo. Llegó al Louvre en 1826, coincidiendo con la creación oficial del Departamento de Antigüedades Egipcias del museo.

La Gran Esfinge de Tanis
La Gran Esfinge de Tanis

La escultura representa a un faraón con cuerpo de león, siguiendo la iconografía de poder y protección asociada a la realeza egipcia. La presencia de varios cartuchos atribuidos a diferentes soberanos indica reutilizaciones sucesivas, una práctica habitual en el antiguo Egipto. Su colocación en una sala amplia permite observar el volumen completo de la pieza y su relación con otras esculturas monumentales del período. La esfinge forma parte del núcleo fundacional de la colección egipcia del Louvre, considerada una de las más importantes fuera de Egipto.

Cour Puget (Patio Puget) en el Museo del Louvre de París
Cour Puget (Patio Puget) en el Museo del Louvre de París

El ala Denon, la más visitada del museo, se extiende paralela al Sena y alberga algunas de las obras más conocidas de la historia del arte occidental. En la Salle des États se expone La Gioconda, pintura realizada por Leonardo da Vinci entre 1503 y 1519, adquirida por Francisco I y conservada en Francia desde el siglo XVI.

El retrato fue pintado sobre tabla de álamo y mide 77 por 53 centímetros. Leonardo llevó la obra a Francia en 1516 al entrar al servicio de Francisco I, quien la incorporó a las colecciones reales tras la muerte del artista en 1519. Desde la apertura del museo en 1793, la pintura forma parte de la colección nacional francesa.

La Mona Lisa, una obra maestra de Leonardo da Vinci
La Mona Lisa, una obra maestra de Leonardo da Vinci

La ubicación de la obra en la Salle des États responde a criterios de conservación y control de flujo de visitantes. La pintura se exhibe tras una vitrina con vidrio de seguridad y sistema de control climático independiente. El fondo paisajístico, sin correspondencia geográfica identificable, utiliza perspectiva atmosférica, mientras que el rostro y las manos muestran el uso del sfumato, técnica característica de Leonardo. Tras el robo de 1911, la obra fue trasladada a distintas ubicaciones dentro del museo hasta fijar su emplazamiento actual, adaptado a su relevancia y a las exigencias de seguridad.

En esta misma ala se encuentra La Virgen de las Rocas y La Belle Ferronnière, también vinculadas al maestro florentino. Una escultura que no podemos perdernos es «Psique reanimada por el beso del amor». Se expone en el ala Denon, nivel 0, dentro de la sección de Escultura Neoclásica, en las salas dedicadas a la escultura europea de finales del siglo XVIII. La obra fue realizada por Antonio Canova entre 1787 y 1793 en mármol blanco y representa el episodio mitológico descrito por Apuleyo en El asno de oro. La escultura llegó a Francia a comienzos del siglo XIX y pasó a formar parte de las colecciones nacionales antes de su incorporación al Louvre.

amosa escultura de mármol Psique reanimada por el beso del amor
amosa escultura de mármol Psique reanimada por el beso del amor

La disposición de la escultura en sala permite una visión perimetral completa, acorde con la intención del autor. Canova estructuró la composición mediante una diagonal que une los cuerpos de Eros y Psique, concentrando el foco visual en el contacto de los rostros y las manos. El tratamiento del mármol responde a los principios del neoclasicismo, con una referencia directa a los modelos de la Antigüedad grecorromana. Dentro del recorrido del Louvre, esta obra establece un vínculo entre la escultura clásica y la reinterpretación académica de finales del siglo XVIII.

La Gran Galería, con más de 460 metros de longitud, fue construida bajo Enrique IV a finales del siglo XVI y acoge una extensa colección de pintura italiana desde el Trecento hasta el siglo XVIII.

Gran Galería (Grande Galerie) en el Museo del Louvre de París
Gran Galería (Grande Galerie) en el Museo del Louvre de París

En el ala Denon se sitúa también la Victoria de Samotracia, escultura helenística fechada hacia el año 190 a.C., descubierta en 1863 en la isla griega de Samotracia y colocada en lo alto de la Escalera Daru desde 1884. A pocos metros se encuentra la Venus de Milo, escultura de mármol datada entre 130 y 100 a.C., hallada en la isla de Milos en 1820 y adquirida por Francia al año siguiente. Ambas piezas forman parte de la colección de Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas, una de las más completas de Europa.

El ala Richelieu, abierta al público en 1993 tras la reordenación del Grand Louvre, ocupa espacios que hasta finales del siglo XX estaban destinados al Ministerio de Finanzas. Aquí se concentran las colecciones de artes decorativas, esculturas francesas y pintura del norte de Europa. Destacan los apartamentos de Napoleón III, restaurados con mobiliario y decoración del Segundo Imperio, así como la colección de esculturas del siglo XVII ubicadas en el Cour Marly, un patio cubierto por una estructura de vidrio que alberga obras procedentes del antiguo Palacio de Marly.

Fuera de las salas expositivas, el Louvre forma parte de un eje urbano y cultural que se prolonga hacia el oeste a través del Jardín de las Tullerías, diseñado por André Le Nôtre en 1664 bajo el reinado de Luis XIV. Este espacio conecta el museo con la Plaza de la Concordia y constituye una prolongación natural de la visita. Al este, el Cour Carrée ofrece una visión completa de la arquitectura renacentista francesa, con fachadas diseñadas por Lescot y Jean Goujon, caracterizadas por su ritmo de pilastras, frontones y esculturas integradas.

La Pirámide del Louvre, construida en vidrio y acero, alcanza una altura de 21,6 metros y está compuesta por 673 paneles de vidrio. Su función principal es la distribución de visitantes hacia las diferentes alas y servicios del museo, resolviendo los problemas de acceso del antiguo palacio. Bajo ella se encuentra el Carrousel du Louvre, espacio comercial y cultural que conecta con el museo y con la estación de metro Palais Royal – Musée du Louvre.

Pirámide del Louvre y el patio principal del Museo del Louvre en París
Pirámide del Louvre y el patio principal del Museo del Louvre en París

La experiencia del Louvre se integra en una de las zonas con mayor densidad gastronómica de París. Dentro del propio museo existen espacios de restauración como el Café Richelieu-Angelina, vinculado a la histórica casa Angelina fundada en 1903, conocida por su chocolate caliente y repostería clásica. Estos espacios permiten una pausa sin abandonar el recinto museístico, especialmente útil en visitas prolongadas.

En el entorno inmediato del Louvre predominan bistrós y brasseries tradicionales que ofrecen cocina francesa basada en producto y recetas codificadas. Platos como el boeuf bourguignon, el confit de canard o la soupe à l’oignon forman parte de cartas pensadas para un público internacional, pero elaboradas siguiendo técnicas clásicas. La proximidad al Palais Royal ha favorecido también la presencia de restaurantes con estrella Michelin, donde se trabaja una cocina contemporánea de raíz francesa.

El área del mercado de Les Halles, a pocos minutos a pie, amplía la oferta con propuestas más informales y una mayor diversidad internacional. Esta cercanía permite combinar la visita al Louvre con una experiencia culinaria ajustada a distintos presupuestos y horarios, sin necesidad de grandes desplazamientos.

El Museo del Louvre se puede alcanzar fácilmente en transporte público. Las estaciones de metro más cercanas son Palais Royal – Musée du Louvre (líneas 1 y 7) y Louvre – Rivoli (línea 1). Varias líneas de autobús urbano tienen parada en las inmediaciones del museo, y el acceso peatonal desde el centro histórico es directo.

Para alojarse, una opción bien situada es el Hotel du Louvre – Hyatt, ubicado frente al museo y en funcionamiento desde 1855. Su localización permite acceder a pie al Louvre, al Palais Royal y a la Ópera Garnier, y ocupa un edificio histórico reformado para uso hotelero.

En cuanto a restauración cercana, el Restaurant Le Grand Véfour, situado en los jardines del Palais Royal y fundado en 1784, ofrece cocina francesa de alto nivel en un espacio histórico frecuentado por figuras políticas y culturales desde el siglo XVIII.

Para obtener información oficial, horarios y compra de entradas, el organismo responsable es el propio museo.
Web oficial: https://www.louvre.fr
Dirección: Rue de Rivoli, 75001 París, Francia

Se recomienda reservar entrada con antelación y planificar la visita por alas, dada la extensión del museo y la densidad de público en determinadas salas.