Palacios Remondo: excelente bodega familiar de Álvaro Palacios

El carácter de los vinos de Palacios Remondo es una suma compleja y singular, edificada a lo largo del tiempo sobre una cultura vitivinícola que se remonta a más de 2.000 años atrás. Por Alfaro han pasado siglo tras siglo comerciantes, peregrinos y nuevos pobladores. Muy cerca, en el monte Yerga, la orden del Císter fundó su primer monasterio en España. Todos estos legados se sumaron desde antiguo al desarrollo de la cultura del vino.

En la falda del Yerga, sobre los parajes de Valtomelloso, Valviejo y Valfrío, se extienden los viñedos que forman la propiedad vitícola de La Montesa. Otros parajes cercanos como Las Mulgas y Quiñón Valmira representan la viticultura más tradicional y antigua de la propiedad. Suelo agreste, lluvia escasa y los aromas de encina y tomillo, de pino y romero. Los elementos acompañan una agricultura esforzada y sabia.

La historia de los Palacios Remondo, íntimamente ligada a la viña desde hace 150 años, alcanza su punto culminante en José Palacios Remondo. Con decisiva visión trabajó los viñedos y preparó a la actual generación en las escuelas de enología y viticultura más prestigiosas. Hoy el carácter de Palacios Remondo es deudor de ese espíritu. Los vinos que elabora la propiedad a partir de las mejores variedades de uva autóctona se proyectan al futuro con una pasión renovada.

Años y siete hijos después nacería, en la casa-bodega de Alfaro y justo encima de la tolva, con ayuda de una comadrona, Álvaro Palacios, el gran resucitador de la Garnacha y un personaje del vino español muy especial. Álvaro imprime una nueva energía en una región histórica como es Rioja. Honrando la memoria de su padre, ha redefinido algunos procesos de elaboración y ha reducido considerablemente los rendimientos, replantando y poco a poco otorgando una renovada vida a esta bodega familiar que actualmente se encuentra en un franco e imparable ascenso.

Bajo un cielo que trae pocas lluvias, apenas 360 litros al año, el suelo de la zona, agreste y pedregoso, sabe retener la humedad justa. Algo más arriba, subiendo hacia la sierra, el bosque despide los aromas auténticos del robledal, del tomillo, del hinojo, de los pinos y carrascas, del romero.

Allí nacen La Montesa, un tinto muy ligero, fresco y muy frutal, agradecido y que invita siempre a repetir. Plácet Valtomelloso procede de 8 hectáreas de Viura que una vez plantó su padre. Sabroso, intenso y fresco, este blanco riojano tiene una excelente relación calidad-precio. Propiedad H. Remondo, 100% Garnacha, se hace solo en las mejores añadas. No es precisamente la Tempranillo una variedad ideal para la zona de Rioja Baja, sino la Garnacha, una uva que aquí nos ofrece una sensación vibrante, vivaz y refrescante.