El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha anunciado la apertura de su convocatoria de residencias artísticas para su próxima edición, con un enfoque claro en la innovación y la creación. Estas residencias, promovidas por la Fundación del Festival en colaboración con instituciones culturales y educativas de Castilla-La Mancha, ofrecen apoyo técnico, logístico y subsidios para proyectos que reinterpretan el Siglo de Oro desde una mirada contemporánea.
Durante el periodo de residencia, los creadores seleccionados desarrollarán montajes, talleres y propuestas escénicas que podrán estrenarse durante el festival. La convocatoria está abierta a compañías nacionales e internacionales, y busca fomentar la presencia de dramaturgas, directores jóvenes y nuevas voces que dialoguen con los textos clásicos sin renunciar a la autenticidad de su raíz histórica.

El programa incluye no solo ensayos y laboratorios, sino también interacción con la comunidad local. Los residentes tendrán la oportunidad de trabajar en espacios simbólicos como el Corral de Comedias, el Patio de Fúcares o el Teatro Municipal, lugares cargados de patrimonio y magia teatral. Además, se organizarán encuentros con el público, talleres educativos y actividades para aproximar los procesos de creación a quienes visitan Almagro con mirada curiosa.
Para los espectadores, la convocatoria de residencias representa una excelente noticia: significa que el festival de 2026 no solo mostrará montajes clásicos, sino que también incluirá estrenos y obras frescas nacidas durante el año. Es una apuesta por la renovación, donde el legado del Siglo de Oro se alimenta de nuevas dramaturgias y métodos creativos. Este enfoque también puede motivar a los turistas culturales a disfrutar del festival con una mirada más profunda y participativa.
Además, la iniciativa refuerza el posicionamiento de Almagro como un epicentro no solo de exhibición escénica, sino también de creación. La residencia artística se convierte en un motor para atraer talento, generar experiencias de creación y dinamizar la economía cultural de la región. Para quienes planean su viaje en torno al festival, se abre la posibilidad de vivir el teatro desde dentro: además de asistir a las funciones, podrán asistir a talleres, encuentros y visitas tras bastidores.
En resumen, el Festival de Almagro avanza hacia un modelo más ambicioso y comprometido con la creación escénica, reforzándose como referencia tanto para los amantes de los clásicos como para creadores contemporáneos. Una oportunidad para viajar con arte, historia y participación.
