Las obras de reforma, que se han prolongado durante 13 meses y han costado casi 9 millones de euros, han servido para modernizar todas las instalaciones. El parador ha renovado todas las habitaciones y cuenta ahora con cuatro nuevas suites con terraza.
Los cambios se han realizado pensando en el turismo familiar. Por ello se han comunicado buena parte de las habitaciones para poder alojar con facilidad a grupos familiares. Además se ha creado un parque infantil y se ha ampliado la zona de piscinas, habilitando un espacio para los más pequeños.
Además, para la celebración de banquetes y reuniones de empresa, se ha construido una nueva planta dotada de cuatro salas modulables con capacidad para 500 personas.
Estéticamente el parador también ha sufrido una enorme transformación. Tanto exterior como interiormente, cuyo proyecto de interiorismo, coordinado por el equipo técnico de Paradores, ha sido llevado a cabo por Cidon Interior Design & Contract.
También se han ampliado las plazas de aparcamiento y se han mejorado los jardines y los accesos. Uno de los cambios que más notarán los clientes habituales será en el restaurante, donde ahora pueden disfrutar de las mejores vistas del valle antequerano gracias a la construcción de un nuevo muro de cristal.
Uno de los aspectos más destacados de esta reforma es que se ha preocupado por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Por ejemplo, se han sustituido el gasóleo y el propano por gas natural, y se han instalado en el Parador placas solares que permiten calentar diariamente 7.500 litros de agua a 60 grados, sin contaminar ni despilfarrar energía.
El establecimiento también ha mejorado su accesibilidad para las personas con movilidad reducida. Los accesos, elevadores y varias habitaciones se han adaptado para facilitar la llegada y la estancia de personas discapacitadas.
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