España ha puesto en marcha una hoja de ruta ambiciosa para transformar su industria turística: acaba de aprobarse la Estrategia España Turismo 2030, un plan de acción con 50 medidas concretas para poner el turismo en el centro de la sostenibilidad climática, social y económica. El Consejo de Ministros dio luz verde a esta estrategia el 21 de octubre de 2025, marcando un hito en la manera de entender el turismo en el país.
A diferencia de planes anteriores, esta estrategia no se limita a promover el crecimiento de visitantes, sino que apuesta por un modelo equilibrado e inclusivo, en el que los residentes y las comunidades locales tengan tanto protagonismo como los turistas. Se trata de un cambio de paradigma: ya no se pretende solo tener más turistas, sino “mejores turistas”, más responsables y comprometidos con los lugares que visitan.

Una de las líneas fundamentales del plan es integrar la emergencia climática en todas las políticas turísticas. España pretende mitigar su huella de carbono, pero también adaptarse a los efectos del cambio climático. Para ello, se fomentarán alojamientos que utilicen energías renovables, sistemas de eficiencia energética y jardinería sostenible. Además, se propone el despliegue de sistemas inteligentes de monitorización ambiental que permitan medir en tiempo real el impacto de los turistas sobre los destinos.
Otro pilar clave es la digitalización del turismo. La estrategia prevé impulsar plataformas inteligentes y espacios de datos que conecten destinos, empresas y autoridades, creando un ecosistema en el que los datos ayuden a gestionar el turismo de forma más eficiente. Así, se podrán anticipar flujos de visitantes, optimizar la movilidad, evitar la saturación y ofrecer experiencias personalizadas. La ministra y los responsables del plan destacan que la tecnología debe ser una aliada para preservar lo auténtico, no para sustituirlo.
En el ámbito territorial, la estrategia también plantea la creación de “zonas inteligentes de turismo”. Estas zonas utilizarán tecnología para regular el flujo de visitantes y mejorar la calidad de la experiencia, especialmente en destinos muy turísticos como las islas Baleares, grandes ciudades o espacios naturales sensibles. No se trata, por tanto, de frenarlo, sino de gestionarlo de forma más inteligente y sostenible.
La Estrategia España Turismo 2030 incluye también medidas para desestacionalizar el turismo, incentivando viajes fuera de temporada baja y apoyando destinos menos conocidos. Se promoverán paquetes turísticos alternativos que combinen naturaleza, cultura local, gastronomía y patrimonio histórico, para diversificar la oferta y distribuir mejor los beneficios económicos del turismo.
En lo social, se reforzará la formación de profesionales del turismo en sostenibilidad, digitalización y hospitalidad responsable. El plan prevé ayudas para pymes del sector turístico, especialmente las ubicadas en zonas rurales, para que puedan adaptarse a este nuevo modelo: desde la modernización de alojamientos hasta la integración en rutas sostenibles y digitales.
La estrategia también considera el papel del marketing responsable. Habrá campañas para sensibilizar tanto a visitantes como a residentes sobre la importancia de un turismo respetuoso: valorar la cultura local, proteger los ecosistemas y comprender que los viajes pueden ser una fuente de bienestar mutuo, no solo económica.
Según el Gobierno, este modelo es clave para el futuro: no solo permitirá seguir siendo un destino turístico de primer nivel, sino que lo posicionará como un referente mundial en turismo sostenible. Al conectar innovación, medio ambiente y comunidad, España quiere demostrar que el turismo puede ser un motor de desarrollo sin comprometer su riqueza natural y cultural.
Más información: https://planderecuperacion.gob.es/noticias/gobierno-aprueba-estrategia-espana-turismo-2030-prtr
