Pago Casa del Blanco, más de 150 años de tradición vitivinícola

Constatamos que hoy en día todavía conserva vestigios de su pasado, por ejemplo, un viñedo de Tempranillo, cercano a una antigua vía férrea, en el que se utilizaron las traviesas como postes guía para la plantación.

Si bien es cierto que en el histórico de La Mancha hay pocas bodegas con viñedo en propiedad, en Casa del Blanco se marcaron como propósito elaborar con una buena materia prima, y por ello, decidieron trabajar en pos de un viñedo de calidad, recuperando el viñedo de Tempranillo y plantando variedades tintas que presagiaban enormes posibilidades en su adaptación al terruño de la finca.

El gran hito llegó con la solicitud de Denominación de Origen Protegida. Los terrenos sobre los que se asienta la finca tienen un sorprendente pasado volcánico. Los suelos arenosos, calizos, poseen diferentes perfiles y profundidades pero todos comparten oligoelementos que solo se encuentran allí.

Lo cierto es que es muy grato constatar que la apuesta por variedades tan poco extendidas como la Petit Verdot, la Cabernet Franc o la exótica Malbec argentina, amplían nuestros horizontes vinícolas y sorprenden positivamente a nuestros paladares. Destacamos sobre todo la elegancia y complejidad del Pilas Bonas elaborado con Sauvignon Blanc y Chardonnay, en el que nos paseamos por sensaciones de higos, melón, nueces, flores de manzanilla y ahumados y un sutil amargor en boca que funciona como excelente contrapunto a la intensidad frutal que desarrolla este singular y diferenciador blanco.

La finca Pago Casa del Blanco dispone de un coto de caza menor, de 2.200 Ha. en el que predomina la perdiz roja autóctona; de 650 hectáreas con aprovechamiento de cereal y regadío; y de 150 Hectáreas de viñedo.