La Rambla de Barcelona, un paseo para el recuerdo

La Rambla es un paseo que se transforma según las horas del día y de la noche. Pocas calles como la Rambla tienen tan acentuada esta capacidad de cambiar su aspecto, el ritmo de su vida y, hasta sus olores y sus colores, según sea la estación del año y el momento del día.

Además de ser una calle que conserva, casi por completo, sus características primitivas, ha tenido, al mismo tiempo, como ninguna otra calle, una capacidad de asimilación de las huellas que en ella han dejado los diversos acontecimientos que se han producido a lo largo de las diferentes etapas de su historia. Es un paseo para llevarse en el recuerdo.

Hasta 1860, año en que Barcelona rompe el cerco de sus murallas, la ciudad era tan solo el hexágono del recinto del siglo XV, actual Casco Antiguo delimitado por las rondas de Sant Pau, Sant Antoni, Universitat, y Sant Pere, y por el paseo de Lluís Companys, la avenida Marquès de l’Argentera/paseo de Colón y la avenida del Paral·lel (Paralelo). La Rambla, entonces única vía ancha en el corazón de la ciudad era un antiguo torrente que debe su nombre actual a la voz árabe «ramla» que significa «arenal».

Hasta comienzos del siglo XVIII la Rambla fue un camino y un torrente bordeado por conventos y murallas. En el año 1704 se comenzaron a levantar casas en el espacio ocupado por las murallas (alrededores de la Boqueria) y se plantaron árboles. En el año 1775 fue derribada la parte de las murallas próxima a las Drassanes (Atarazanas) y, hacia finales del siglo XVIII, se urbanizó la calle y la Rambla quedó convertida en paseo.

Desde su comienzo en la parte más alta junto a la plaza de Catalunya hasta su final al pie del monumento a Colón, esta vía singular toma cinco nombres  que la caracterizan: así tenemos en primer lugar la llamada  rambla de Canaletes (Canaletas), nombre popular que se le da por la fuente de Canaletes, localizada en este punto desde tiempos muy antiguos. Según el dicho popular, el que bebe de esta fuente vuelve siempre a Barcelona.

El tramo de rambla que sigue es el llamado  rambla dels Estudis (de los Estudios), nombre que le ha sido dado por el edificio construido a mediados del siglo XV: el Estudio General o Universidad. Esta Universidad barcelonesa fue suprimida por Felipe V y el edificio convertido en cuartel. Fue derribado en el año 1843.

Continuamos bajando hacia el mar y nos encontramos en la parte conocida como la rambla de les Flors (de las Flores) -también conocida como rambla de Sant Josep (San José), por hallarse en ella el antiguo convento de San José-, único lugar en Barcelona en el siglo XIX en el que se vendían flores y que, en la actualidad, se conserva como paseo, único en el mundo en su género.

El tramo siguiente es la rambla del Centre (Centro), también conocida como rambla dels Caputxins (Capuchinos), por el antiguo convento de frailes capuchinos. Finalmente, llegamos al último tramo de La Rambla, el conocido como rambla de Santa Mónica, vestíbulo del puerto, donde se levanta la parroquia que le da nombre y que fue, en su tiempo, convento de los Agustinos Descalzos.

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934 027 000

Nuestro agradecimiento al Excmo. Ayuntamiento de Barcelona