Recorrer un lugar para conocerlo bien se puede hacer de muchas maneras. Nos encontramos en el centro de Portugal, muy cerca de Lisboa. Y nos proponemos hacer algo especial: visitar las ciudades mientras hacemos deporte. Casi sin querer, damos con un recorrido fantástico que reúne todas las características soñadas: El Camino Ecológico del Sizandro.
Eco Caminho do Sizandro
Conocido como el Eco Caminho do Sizandro, esta ruta une a la localidad de Torres Vedras con los pueblos de Foz y Santa Cruz. Es un camino que transcurre por buenas pistas bien señalizadas, en un terreno bastante amigable, con poco desnivel, lo que nos permite contemplar, entre otras cosas, el océano atlántico en todo su esplendor.
Preciosas playas, pueblos pesqueros, historia, cafés, gastronomía y gente agradable…, todo en un ambiente excelente durante el recorrido de unos 39 kilómetros en total. El mismo se puede hacer a pie o en bicicleta de montaña.
La ruta se divide en nueve segmentos. El piso del primero está alquitranado, no así el resto. Pero no vamos a tener problemas si vamos con calzado adecuado o con una bicicleta de montaña normal. Atravesaremos poblaciones tan variopintas como Ribeira de Pedrulhos, Ponte do Rol, Bordinheira, Aranha y Praia Azul, entre otras, siendo Foz, Torres Vedras y Santa Cruz las más conocidas y visitables.
Recomendamos hacer el recorrido seleccionando, o bien el tramo Torres Vedras – Foz (18 km.), o bien Torres Vedras – Santa Cruz (21 km.). Aproximadamente nos llevará 1 hora y 30 minutos en bicicleta y casi 4 horas andando. Hacer Torres Vedras – Foz – Santa Cruz en un solo día puede ser demasiado por lo que lo más sensato es dedicar un par de jornadas a realizar el recorrido completo. Y si nos tenemos que decantar solo por un tramo, sin duda, escogemos el que comienza en Torres Vedras y termina en Santa Cruz, por la belleza del entorno.
El premio merece la pena, pues tanto Torres Vedras, como Foz o Santa Cruz tiene lugares muy interesantes para conocer.
Torres Vedras está poblado desde la antigüedad, como así lo atestiguan yacimientos de comunidades prehistóricas. Griegos y romanos también se establecieron aquí. El gran rey portugués, Alfonso I, reconquistó la ciudad a los árabes en 1147 pero fue en el siglo XIII cuando la ciudad experimentó un gran crecimiento.
Durante las Invasiones Napoleónicas de comienzos del siglo XIX, Torres Vedras tuvo un papel primordial con la construcción de las «Líneas de Torres«, un conjunto de fortificaciones militares dispuesto en línea alrededor de Lisboa que fue tremendamente eficaz para impedir que los franceses avanzasen hacia la capital. En el Museo Municipal dedicado a la historia arte y etnología de la región y a las guerras peninsulares podremos encontrar mucha más información al respecto.
Merece la pena visitar también las ruinas del Palacio dos Alcaides, las iglesias de Santiago y de la Misericordia, la Capilla de Nuestra Señora de Nazaré, la ermita de Santa Mirinha así como la Iglesia y Convento do Varatojo, fundado por orden de Alfonso VI a finales del siglo XV en agradecimiento por sus conquistas logradas en el Norte de África.
La playa de Foz do Sizandro está situada en la desembocadura del río Foz do Sizandro, y cuenta con un gran arenal bañado por un mar portentoso e intimidante. Es ideal para los aficionados a la pesca.
Santa Cruz es un paraíso para los amantes del mar, con las famosas playas de Navio, Mirante, del Pisão, de Física, Centro, de Santa Helena, de Formosa y Praia Azul. La pureza de sus aguas, la fina arena de sus playas y, en general, la enorme belleza del entorno hace de este lugar un oasis. Los apasionados del surf tienen aquí un sitio único. Y para los que no lo somos, solo sentarnos a contemplar el paso del tiempo frente a este mar indómito, donde las gaviotas juegan en la orilla y el cielo es de un color azul infinito es algo único.
Elegir la costa del centro de Portugal como destino de vacaciones es sinónimo de playas kilométricas, acantilados alzándose frente al océano, espacio, amplitud y ausencia de obstáculos al mirar al horizonte. Estamos hablando de las playas como la de Santa Rita, Santa Cruz (final de uno de los tramos) o Porto Novo, donde se encuentra el Hotel Golf Mar, un resort que tiene el privilegio de ser la única atalaya en kilómetros de costa.
Construido en una de las escarpas del terreno, este complejo hotelero ofrece todo lo que los diversos perfiles de una familia pueden desear para sus vacaciones. Se encuentra a tan sólo 50 km. al norte de Lisboa lo que le da un plus como un punto de partida para programar rutas de turismo y ocio.
Todas las habitaciones del Hotel Golf Mar se caracterizan por su amplitud y decoración de estilo moderno, donde el confort es máximo desde el primer momento en el que entramos a la habitación. Las vistas al océano y a la sierra quitan el aliento. El atardecer se convierte en un momento mágico. Cuenta con instalaciones donde se realizan actividades infantiles, centro hípico y amplio espacio para el descanso y relax de mayores y pequeños.
Además de piscinas al aire libre, el Hotel Golf Mar tiene piscina cubierta y una zona de SPA en la que relajarse con un baño turco o una sauna. Además, ofrece diferentes tipos de tratamientos individuales en el SPA. Web: https://www.hotelgolfmarvimeiro.pt